Give what you cannot keep, to gain what you cannot lose!

Listen to mp3 file
25th Sunday in Ordinary Time, Year C: Sept. 22, 2013
Amos 8:4-7; Ps 113; 1 Tim 2:1-8; Luke 16:1-13

Today we hear our Lord Jesus tell the parable that is often known as the “dishonest steward.” And this is a parable that often puzzles people. We might wonder: Why does the steward’s master commend him for changing the promissory notes of the debtors? Is Jesus telling us that we should act like the steward; and, if so, how?

It seems that Jesus is shifting between different details of his parable, and different analogies, in a way that can be confusing. But if we dig into this a bit, I think we discover a single, basic message that he is trying to convey to us.

¡Dé lo que no puede guardar, para ganar lo que no puede perder!

Escucha mp3
XXV Domingo Ordinario, Año C: 22 Septiembre 2013
Am 8, 4-7; Sal 112; 1 Tim 2, 1-8; Lc 16, 1-13

Hoy oímos a nuestro Señor Jesús a la parábola que a menudo se conoce como el “administrador infiel.” Y puede ser una parábola confusa, porque parece que a veces Jesús está cambiando entre los diferentes detalles de su parábola, y diferentes analogías. Pero si pensamos en esto un poco, creo que descubrimos un mensaje único y básico que está tratando de transmitir a nosotros.

The child, the rich young man, and the eye of the needle

Listen to mp3 file
28th Sunday in Ordinary Time, Year B: Oct. 14, 2012
Wis 7:7-11; Ps 90; Heb 4:12-13; Mark 10:17-30

“How hard it is to enter the kingdom of God!” our Lord Jesus declares in our Gospel reading today. “How hard!” You didn’t think that it would be easy, and that everyone would automatically be entering heaven, did you? Because that is not Jesus’ message. As he says in a different passage:

“The gate is wide and the road broad that leads to destruction, and those who enter through it are many. How narrow the gate and constricted the road that leads to life. And those who find it are few.” (Matt 7:13-14)

And yet, in last week’s reading, immediately before this week’s passage starts, he welcomes the little children and says, “Do not prevent them, for the kingdom of God belongs to such as these. Amen, I say to you, whoever does not accept the kingdom of God like a child will not enter it.” These form an interesting pair: the children and the rich young man in today’s passage. What is the lesson here? What does it mean to accept the kingdom of God like a child?

Recibir el Reino de Dios como un niño

Eschucha mp3
XXVIII Domingo Ordinario, Año B: 14 Octubre 2012
Sab 7, 7-11; Sal 89; Heb 4, 12-13; Mc 10, 17-30

“¡Qué difícil es entrar en el reino de Dios!” nuestro Señor Jesús declara en la lectura del Evangelio de hoy. “¡Qué difícil!” No pensabas que sería fácil, y que todo el mundo entraría automáticamente en el cielo, ¿verdad? Porque esto no es el mensaje de Jesús. Como dice en otro pasaje:

“Ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.” (Mt 7, 13-14)

Pero todavía, en la lectura de la semana pasada, que ocurre inmediatamente antes del principio del pasaje de hoy, nuestro Señor dio la bienvenida a los niños y dijo: “No se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Estos forman una pareja interesante: los niños y el joven rico en el pasaje de hoy. ¿Qué es la lección para nosotros? ¿Qué significa recibir el reino de Dios como un niño?